Mi autopercepción como médium comenzó con mi primera experiencia a los cuatro años, que al día de hoy sigo recordando, la videncia la interiorice a los ocho años, cuando en mi círculo íntimo predecía hechos o situaciones. 

En la adolescencia, gracias a que mi entorno  privado me hizo entender que no todos estaban preparados para escuchar lo que tenía que decir, aprendí a controlarlo.

Hoy de adulto, tengo la gran posibilidad de ayudar a conectar a otras personas con sus seres queridos.

Agradezco a todos los que han llegado hasta mí depositando su confianza, lo que ha permitido establecer conexiones mas perceptibles y duraderas. 

Me siento totalmente honrado y agradecido por las demostraciones de afecto que han tenido mis consultantes en estos largos años de consultas , pero siempre les digo lo mismo, el mérito no es mío, es de sus familiares que aún los siguen acompañando.

Gracias por esos 45 minutos donde abrimos sus historias de vida y tuve el honor de ser testigo.